El suelo radiante es un sistema de calefacción eficiente que se instala bajo el suelo y utiliza la circulación de agua caliente a través de tuberías para distribuir el calor de manera uniforme. El calor se irradia desde el suelo hacia arriba, proporcionando un confort térmico óptimo en todas las estancias del hogar o negocio.
El sistema de suelo radiante está compuesto por un colector, tuberías y un termostato. El colector distribuye el agua caliente que circula a través de las tuberías instaladas bajo el suelo, controlada por el termostato para ajustar la temperatura deseada.
El agua caliente se genera mediante una caldera o bomba de calor, y fluye a través de las tuberías distribuidas bajo el suelo. Esta distribución de calor desde abajo hacia arriba garantiza un ambiente cálido y acogedor en toda la estancia.
Existen dos tipos de suelo radiante: eléctrico e hidráulico. El sistema eléctrico es más fácil y rápido de instalar, pero consume más energía. Por otro lado, el suelo radiante hidráulico es más eficiente, pero su instalación es más compleja y requiere una inversión inicial mayor.
Si estás considerando la instalación de suelo radiante, es importante elegir bien los materiales del suelo, como piedra o baldosas, que ayudan a transmitir mejor el calor. Además, un buen aislamiento térmico es fundamental para maximizar la eficiencia del sistema.
En resumen, el suelo radiante es un sistema de calefacción eficiente, silencioso y estéticamente discreto, que proporciona un confort térmico superior en toda la vivienda o negocio. Elegir el tipo adecuado de suelo radiante y contar con un buen aislamiento térmico asegurará el máximo rendimiento y eficiencia del sistema.
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